Tiszaujvaros fue testigo de dos sprints hacia la meta en las competencias de su Copa Mundo, categorías femenina y masculina. En los 200 metros finales, vimos cómo los atletas dejaban todo por cruzar en primer lugar.

Primero fue el turno de Emma Jeffcoat quien pasó por el medio de Sara Vilic (AUT), Kelly-Anne Perkins (AUS) y Miriam Casillas Garcia (ESP), y se quedó con el oro.

“No puedo dejar de sonreir,” dijo con gran felicidad. “Irme de Tiszy con un triunfo es lo mejor Soy muy decidida cuando veo un desafío, y siempre lo acepto cuando se trata de esprintar hacia la meta para superar a una rival. Nunca miro atrás, voy hacia la meta y doy todo lo que me queda por dar.”

Por su parte, Eli Hemming (USA) emergió de un pelotón de grandes corredores, voló en los 100 metros finales y se quedó con el oro al superar a Ryan Fisher (AUS) y Wian Sullwald (RSA).

“El inicio de la temporada fue un poco complicado, así que esto viene como un gran aliciente”, dijo Eli Hemming. “Esprintar a la meta siempre es divertido, y todavía mejor cuando lo haces con amigos.”

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Competencia femenina
La tormenta matutina había pasado y el circuito estaba casi seco cuando las 30 mujeres que clasificaron en las semifinales del sábado se apostaron en sus puestos de largada. La húngara Zsanett Bragmayer llevaba el número uno por haber sido la más veloz.

La favorita local y Miriam Casillas fueron las primeras en completar las tres intensas vueltas de natación en el lago. El trío australiano compuesto por Perkins, Jeffcoat y Natalie Van Coevorden se sumaron en el segmento de ocho vueltas de ciclismo.

Vilic, Ilaria Zane (ITA) y Sophie Alden (GBR) se unieron a las líderes, mientras que Erika Ackerlund (USA) y Brittany Dutton (AUS) quedaron entre dos pelotones donde presionaron por avanzar hasta el frente.

Esto fue imposible y la brecha se extendió, ya que las diecinueve damas del primer pelotón encontraron un ritmo cómodo. Nadie intentó separarse, si no que todas trabajaron en conjunto para reservar energía para la etapa a pie.

Bragmayer y Zsofia Kovacs continuaron cosechando aplausos al mezclarse con las primeras corredoras al salir de la T2, mientras que un segundo septeto comenzaba a correr con la esperanza de luchar por el podio. Las húngaras aminoraron en la última vuelta y luego lo hizo Natalie van Coevorden. Así, Jeffcoat, Vilic, Casillas y Perkins llegaron solas a la alfombra azul.

Vilic aceleró, pero Jeffcoat la siguió y se metió entre la austríaca y Casillas para cruzar la meta primera por un margen más que estrecho.

“Tocar esa cinta de llegada fue irreal,” dijo Jeffcoat. “Creo que pocas veces nadé tan mal, salí mucho más atrás de lo que esperaba, pero traté de mantener la calma. La primera vez que vine fue en 2016, toda mi familia me acompañó, siempre me gustó que vinieran conmigo, y el oro corona este sentimiento.

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Competencia masculina
Stefan Zachaus de Luxemburgo llegó a la final del domingo con el número uno, pero fue Aurelien Raphael (FRA) en su retorno quien se adueñó de la carrera en la tercera vuelta de natación.

El favorito local Mark Devay fue el único capaz de seguir su ritmo. La pareja llegó junta a la T1, y comenzó la etapa de ciclismo a la par. Diez segundos más atrás, veíamos a Dmitry Polyanskiy y al héroe local Csongor Lehmann, que a su vez estaban diez segundos delante del resto.

Los dos líderes quedaron dentro de un pelotón. Raphael se unió una vuelta más tarde. Un valiente Devay aceleró a mitad de camino e intentó separarse. Sin embargo, el grupo de ciclistas siguió pedaleando en conjunto. Entre ellos había gente con gran potencial como Hemming, Sullwald, Ryan Fisher y Genis Grau (ESP), todos buenos corredores que lucían frescos a esta altura de la competencia.

Este grupo de veinte atletas llegó a la par a la T2, pero pronto, los hombres comenzaron a separarse. Sullwald llegó al frente en unas zancadas. Hemming, Fisher, Grau y Barclay Izzard (GBR), y el británico Gordon Benson (GBR) lideraban el segundo pelotón e intentaban achicar. 

En la vuelta de campana, Csongor Lehmann se movió y llegó hasta los líderes, y a 1km de la meta, aceleró a fondo para el placer de sus compatriotas. 500m más tarde, y con la recta final en la mira, Sullwald, Hemming y Fisher atacaron juntos.

Manteniendo a Fisher en su campo de visión, Hemming presionó y cruzó la meta antes que el australiano. Su compañero de entrenamiento Sullwald llegó para el bronce, mientras que Csongor Lehmann, Izzard y Benson lo siguieron en hilera.

“Di todo y más,” dijo Hemming. “Presioné en la bicicleta, pero el esfuerzo era demasiado y no valía la pena, así que decidí ahorrar energía para la carrera”.

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