Tongyeong era una ciudad de poetas mucho antes de convertirse en hogar del triatlón. De hecho, fue en Tongyeong donde nació Kim Chunsu, uno de los poetas principales de Corea del Sur en el siglo 20. En 1946 Chunso escribió Flower , con sus versos consagrados: “Before I called its name, it was nothing but a gesture; When I called it by name, it came to me and became a flower - Antes que le diera un nombre, no era más que un gesto. Cuando le di un nombre, vino hasta mí y se convirtió en flor.” Es muy poco probable que Jolien Vermeylen (BEL) estuviera pensando en esos versos cuando se aprontó para largar en el pontón de la Copa Mundo, pero las líneas contienen la esencia de lo que hizo en la carrera.

Vermeylen hizo lo que nunca antes en una carrera y fue recompensada con su primera medalla de oro a nivel internacional. La atleta había dicho que odiaba correr cuesta arriba y era pesimista acerca de su capacidad para hacerlo bien hoy. Sin embargo, dejó los prejuicios de lado en el momento justo y su carrera floreció.

“Correr cuesta arriba sigue sin gustarme,” insistió. “Estoy feliz con mi rendimiento a pie porque habitualmente me retraso en esta etapa. Suelo comenzarla a toda velocidad y después de 2km siento que no es un buen plan. Hoy miraba el reloj y pensaba que era el ritmo que podía hacer de acuerdo a mi entrenador. Pensé que iba a ser demasiado difícil, pero finalmente pude acelerar, mi entrenador tenía razón.”

Summer Rappaport (USA) lideró un grupo de cinco mujeres en la primera vuelta de nado. Su compatriota Tamara Gorman (USA) quedó en tierra de nadie entre las líderes y el pelotón, aunque tenía la posibilidad de recuperar. Las perseguidoras se diluyeron en la segunda vuelta. Rappaport mantuvo su liderazgo, seguida por Emma Jeffcoat (AUS), Eva Goodisson (NZL) Vermeylen, Sian Rainsley (GBR) y Sara Guerrero Manso (ESP) followed in quick succession. Las seis salieron de la T1 antes de que llegaran las perseguidoras. La transición fue rápida porque las atletas no tuvieron que usar trajes en el agua.

Guerrero quedó atrás en la primera vuelta, y las líderes continuaron extendiendo la ventaja. Vermeylen no estaba dispuesta a esperar y tomó los descensos a toda máquina. Al final de la primera vuelta, la diferencia ya era de 45 segundos, y las perspectivas de la persecución no eran optimistas. La situación empeoró y la ventaja llegó al minuto tras completar un tercio del trayecto. Alissa Konig (SUI), medallista en Copa Mundo, se hizo cargo de la persecución junto a las americanas Gina Sereno, Erika Ackerlund y Gorman.

Cuando las líderes llegaron a la T2, la ventaja era de dos minutos.

Vermeylen fue la más veloz en la T2 y solo Rappaport y Rainsley pudieron seguir su ritmo. Goodisson superaba a Jeffcoat por muy poco, mientras que las perseguidoras luchaban por ganar terreno. Rappaport fue mejor en la subida y bajada de la primera colina. Sin embargo, quedaba tiempo para que Vermeylen y Rainsley jugaran sus cartas. Más atrás, Sandra Dodet (FRA) corría a toda velocidad y se acercaba a Jeffcoat. 

Otra arremetida de Rappaport en la bajada presionó a Vermeylen, y Rainsley respondió. La belga ganó unos metros a mitad de camino. Por su parte, Dodet tenía a Goodisson en la mira, pero una medalla parecía estar fuera de alcance. Sin embargo, la francesa pasó a Goodisson en la tercera vuelta con la intención de llegar hasta las líderes.

Vermeylen atacó en el descenso de la colina para deshacerse de Rainsley, mientras que Rappaport lo hizo para quedar en contacto con la belga. Al comienzo de la cuarta vuelta, Vermeylen volvió a acelerar y esta vez no encontró respuesta de Rappaport. Vermeylen finalmente tuvo su primer triunfo en Copa Mundo luego de haber perdido la oportunidad en otras ocasiones. Rappaport fue segunda y ganó la primera medalla de la temporada, y Rainsley se aseguró el bronce con comodidad sobre Dodet.

Lo que dijeron:

Vermeylen agregó, “Creo que me fue bien en las tres disciplinas. Nadamos bien, pedaleamos bien, todas ayudamos en la punta, aún cuando estábamos cansadas.” 

“Estoy muy satisfecha con mi carrera,” dijo Rappaport. “Las demás carreras de este año no estuvieron nada bien. Estuve lesionada a fines de 2023 y me costó recuperarme. A pesar de que empecé a entrenar bien, no pude trasladarlo a las carreras. Después de Torremolinos le dije a mi esposo que creía que ya había sido suficiente. Aunque es la primera vez que no gano en Tongyeong, estoy muy feliz con este segundo puesto.”

Su satisfacción fue tan grande que cuando le preguntamos si había cambiado de opinión después de Torremolinos, Rappaport dijo sonriendo, “Creo que sí.”

Rainsley dijo, “Traté de mantenerme en la carrera a pie. En la tercera subida quedé atrás y pensé que faltaban 3km y que tenía que seguir tratando. Estoy feliz de haberlo hecho.”