Pamella Oliveira sueña con los Juegos de Río
24 July, 2015 | english
Para un atleta es un honor y privilegio representar a su nación frente a todo el mundo, y es doblemente satisfactorio hacerlo frente a sus propios compatriotas. La brasileña Pamella Oliveira tiene la mente puesta en los Juegos Olímpicos de Río y aspira poder competir en su país en 2016.
Pamella es una de las siete mujeres que participarán en el evento mundial de clasificación olímpica 2015 de la ITU en Río de Janeiro y llega como una de las atletas más fuertes del país anfitrión. Actualmente número 19 en el ranking general, Pamella se está preparando para impresionar al público de su país.
Como muchos triatletas elite, Oliveira comenzó su crecimiento deportivo en la natación, disciplina en la que se inició a los cinco años. La joven compitió en aguas abiertas, a nivel nacional en Brasil y en su Vila Vehla natal por varios años, hasta que a los 20 años abandonó este deporte y comenzó a interesarse en el triatlón.
“Después de nadar por 14 años a nivel competitivo, dejé de sentirme tan motivada. Algunos triatletas entrenaban donde yo nadaba y me sentí atraída por este deporte. Probé y me encantó,” dijo Oliveira.
Sus antecedents en la natación implican que la primera etapa de la competencia es la que mejor le sienta a la atleta brasileña, aunque su capacidad en la bicicleta y a pie son las de una atleta que siempre ha hecho este deporte.
“Nunca había pedaleado, todo lo que sé es gracias al entrenamiento. Siento que tengo como una habilidad innata, soy muy fuerte. Era nadadora de estilo mariposa, así que desde el comienzo pude convertirme en una ciclista fuerte,” dijo Oliveira, que ahora es una de las ciclistas más poderosas en el circuito elite femenino. “Pero a pesar de que soy buena en comparación con otras chicas, sé que todavía me queda mucho por aprender.”
El poder manejarse en las tres disciplinas desde sus inicios en el triatlón la ayudó a fijarse metas en la competencia internacional. Un año después de comenzar en este deporte, Oliveira demostró tal progreso que decidió probarse en el Campeonato Mundial Sub23 2008 en Vancouver, carrera conocida por condiciones de frío intenso.
“No finalicé esa carrera porque me lapearon en la bicicleta. Eso me disgustó porque realmente quería llegar, pero me lapearon porque literalmente estaba congelada. Ni siquiera podía pasar los cambios o frenar, fue muy duro, hacía demasiado frío para mí.”
A pesar de no haber completado su primer carrera mayor, el recuerdo le sirve como motivación.
“Me sirvió como motivación. Lideré en la natación y salí del agua con las primeras, así que pensé que si podía hacer las cosas bien con la bicicleta, podría presentar batalla en el trote. Ahí me di cuenta del nivel internacional de las chicas, ese era el nivel en el que quería competir, no solo en el nacional.”
Ahora, Oliveira es veterana en el deporte y ha sido una de las esperanzas más grandes para Brasil en el circuito ITU en estos últimos años. En su carrera ha logrado ganar una Copa Mundo, una medalla de bronce en los Juegos Panamericanos 2011 y varios lugares entre las diez primeras en la SMT. También clasificó para los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Durante la carrera, Oliveira se ubicó entre las seis primeras en salir del agua, pero un accidente en el inicio de la segunda etapa la hizo perder ventaja. Si bien se pudo recuperar y finalizar la competencia, no lo hizo en la colocación por la que había trabajado. Ahora, al pensar en su entrenamiento del año próximo camino a Río, quiere poder reescribir su historia.
“Cuando crucé la meta y me di cuenta de las implicancias del choque, me sentí muy triste porque hubiera querido hacer todo mejor en mi primera experiencia olímpica. Pero pensé que en cuatro años, en los Juegos siguientes en Brasil, la historia podría ser diferente. Para mí las cosas no han concluido. Cuando empiece la carrera, hare todo lo posible para estar entre las líderes nuevamente, y si puedo estar entre ellas en la disciplina final…todo será posible.”
Oliveira actualmente no reside en su país natal. Para poner distancia con los medios locales, entrena en diferentes partes del mundo y viaja para competir internacionalmente en la SMT de la ITU.
“Ahora siento la distancia porque viajo mucho, pero es un sentimiento positivo porque puedo entrenar y prepararme sin estar tan expuesta en mi país. De todos modos reacciono muy bien cuando compito en Brasil, me da motivación extra. Si llego primera es mejor porque lo hago frente a mis compatriotas. Siempre se siente bien correr frente a los miles de espectadores que salen a alentarnos en mi país.”
Además del apoyo que recibe de los espectadores, Oliveira tiene la ventaja de haber nadado en las aguas de Copacabana en los Juegos Militares y conoce el lugar. Por ejemplo sabe que el mar estará picado y se sentirá frío por el gran calor terrestre, y que si lo haces bien en aguas abiertas, lograrás una buena posición camino a la transición.
Oliveira ha demostrado ser una competidora implacable en condiciones similares como nadar en aguas abiertas, circuitos con elevaciones y temperaturas altas. Si sumamos el apoyo que recibirá de sus compatriotas, el día podría ser excelente para el público de Brasil cuando las atletas tomen Copacabana.
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