Rob Woestenborghs es un hombre perseverante y tenaz. En 2008, se hizo conocido en el duatlón al ganar el Campeonato Mundial. Pero tras saltear la temporada siguiente, no logró reclamar el título en 2010 -por muy poco- y continuó con una serie de eventos desafortunados: no completó la carrera en 201, fue décimo segundo en 2012… Sin embargo, el belga volvió a la carga en 2013 y protagonizó dos de los momentos memorables del año en lo que respecta a los eventos multideportivos.

Nada hacía suponer que Woestenborghs podría subir a la cima del podio cuando comenzó el Campeonato Mundial Elite de Duatlón, que fue parte de los Juegos Mundiales de Cali 2013. En los primeros 10km pedestres, Woestenborghs debió enfrentar un déficit de 30 segundos, pero como es un ciclista fuerte, logró  superarse y ponerse en carrera nuevamente al inicio de los 40km en bicicleta.

Luego, haciendo uso del tiempo a la perfección, dejó atrás a un par de españoles en su afán de regresar a la cima del podio que lo evadía desde 2010. Desmontó su bicicleta con un minuto de ventaja y fue inalcanzable en los últimos 5km de trote.

Su movimiento temprano en la carrera, resultó ser una decisión inteligente; sus oponentes no lograron achicar una brecha tan considerable a lo largo de las dos vueltas finales. Woestenborghs no triunfaba en el escenario mundial desde 2008, y este primer puesto marcó su retorno al podio de Campeonatos Mundiales.

Pero Woestenborghs no paró acá. Unos meses más tarde, Woestenborghs ganó el Campeonato Mundial de Duatlón de Larga Distancia en Zofingen, Suiza, y lo hizo por casi tres minutos, algo nunca antes visto en una carrera larga. Esto confirmó que Woestenborghs es sin dudas el duatleta del año.